El Tercer Plato

Pasan los años y no soy importante ¿Como explicarlo? He sido novia, amante y hasta he sido la esperanza de ser la próxima amante, no es que tenga baja autoestima, no es que no me quiera... ni si quiera es que no me sienta atractiva o que no sienta que merezco algo mejor, pero algo pasa y no sé muy bien qué es.

Siento que tengo un buen físico, no es demasiado exhuberante pero tampoco me falta ni me sobra mucho de nada, sé jugar a roles, puedo ser una loba, una fiera y una tragahombres o puedo ser una niña inocente, sensible y tímida que quiere ser entrenada , tengo amplios conocimientos sobre lo que sucede en el mundo, un buen léxico y un tono de voz adecuado, me desenvuelvo bien en las reuniones y con los amigos, soy antipática cuando hace falta, pero sumamente simpática y divertida cuando corresponde. Tengo un carácter difícil, pero suelo manejarlo bien, además acepto mis errores y explosiones de temperamento con una disculpa y una sonrisa, incluso trato de enmendar los daños con algún detalle que me parezca pertinente.

No soy una mujer gastiva ni una gran consumidora de la última moda, me adapto a las situaciones que hagan falta y me divierto en cualquier ámbito, es verdad que a veces me considero demasiado sofisticada para cualquiera, pero porqué no habría de hacerlo? Soy una mujer completa en todos los sentidos y sin embargo jamás le quito el sueño a un hombre, jamás un hombre se ha dispuesto a luchar por mi ni a dejar a otra por mi, nunca soy la primera elección en las pistas de baile o discotecas, nunca soy un peligro para las demás mujeres y sus relaciones de pareja... nunca soy la razón de un abandono o de un suicidio, sinceramente al final del día, me acuesto y aunque yo piense en tres o cuatro hombres que me gustan y me mueven el piso, nadie piensa de esa forma en mi. No llego a plato de segunda mesa.

Cuando he sido novia todo parece más importante que yo, las reuniones familiares (a las que nunca soy invitada) las reuniones con los amigos, los cumpleaños de las amigas, las enfermedades de las mascotas, los juegos de PS3 o rol, los deportes, los problemas con el carro, en fin, una lista tan larga que no siempre recuerdo en qué posición estoy, pero sé que en las primeras tres nada que ver, lo cual suele ponerme en dos posiciones:
1) La novia solícita dispuesta ayudar hasta a cambiar una bateria para poder pasar 10 minutos con el chico
2) La novia deprimida que solicita atención porque se siente abandonada

Y bueno, como resultado parece que ninguna de las dos posiciones son positivas, pues aquí estoy, nuevamente soltera y sin visión de una nueva pareja en el futuro además de constantemente abandonada por otra y la más reciente, por una casada.

Luego está el otro puesto que he tomado, el de amante... oh sí, he salido con hombres casados, comprometidos o al menos con novias. Por su puesto ahí no espero atención especializada, estoy siempre clara que mi puesto es totalmente SE-CUN-DA-RIO, es decir, cuando la otra tenga la regla es que yo tengo algo de valor, sin embargo, ni aún bajo esas circunstacias he conseguido quitarle el sueño a nadie, ninguno me ha mandado un mensaje desesperado de que necesita verme aunque su mujer lo deje, ningún regalo escondido para demostrarme que tengo un valor especial en esas noches de soledad vacía, ni una carta anónima diciéndome una fecha fuera de fecha para "por favoooooor darte un beso e irme corriendo", nada especial... ni si quiera es que el sexo es más apasionado porque es prohibido y clandestino, nada... nada que me haga sentir que le gusto al tipo que tengo metido entre las piernas, es más, muchas veces me he sentido como puta barata y dejo que la relación tome su curso normal, es decir, el tipo se aburre de verme y me deja.

Por tercera cuenta tenemos la de la mujer que le está echando los perros al tipo que está soltero, pero no despechado. Por alguna razón que desconozco SIEMPRE logro convertirme en la súper amiga que va a ayudarlo a levantarse a la OTRA que sí le gusta, "es que tu me gustas y eres linda y eres maravilosa, pero no sé... ella____" y ahí viene la excusa cualquiera que explica porqué ella es mejor que yo, escucho las treinta mil quejas de porqué a veces la otra le molesta, en mi mente me comparo y yo no tengo nada de eso, pero claro, seguro que no tengo tampoco nada de lo otro, porque ni de vaina sale conmigo en otro plan que no sea el de comprarle el regalito perfecto que le haga poner ojitos de corazón cuando lo vea y le diga que lo adora y empiece la relación de pareja que YO QUERÍA PARA MI, lo peor es cuando soy amiga de la tipa, la escucho hablando de lo maravilloso que es él y lo tierno y bello que es (que coño yo ya sé!) y después viene la parte divertida del cuento, cuando ella se entera que yo le hecho los perros, ¡Pero como se ríe la muy perra!, totalmente segura de que YO no se lo puedo tumbar. Lo peor, tiene razón, ni que me quite la ropa delante de él y me guinde en uno de esos tubos de striptease me levantaré al tipo, porque ella sí es la número uno.

Después está la posición de la mujer que le echa los perros al tipo soltero que SI ESTÁ DESPECHADO y eso debería ser de lo más sencillo, pero no, nuevamente el mundo da vueltas de forma extraña y el carajo o vuelve con la novia y volvemos al cuento de que yo no soy peligro para ninguna relación o pasamos a que un viejo amor del tipo aparece y le dice "me gustas" y ella se lleva el premio gordo, porque no importa si yo se lo dije, se lo escribí y le pinté el futuro de flores y velas en la tina, pero no, otra excusa barata y tampoco estoy entre las que le quitan el sueño.

Y así, pasó los día, los meses y los años, busco y dejo de buscar, hago como dicen "Bajo el Sol de Toscana": ..."me duermo y dejo que las mariquitas me caminen por todo el cuerpo" pero nada, sigo sin quitarle el sueño a ningún hombre, sigo sin despertar una pasión profunda que le desgarre el alma y quiera arrancarse el corazón para entregarmelo en una cajita de oro, aunque yo sí hubiese estado dispuesta a entregarles mi alma, mi mente, mi corazón y mi vida a cada uno de esos hombres como si no hubiese mañana.